He observado algo en estas últimas décadas que parece ser un problema prominente en aumento dentro del Cuerpo de Cristo, es la
falta de conocimiento en los santos acerca de la Palabra de Dios. Decenas de veces recuerdo que las personas venían a mi oficina para
recibir guía pastoral y de esa sesión de consejería veía la profundidad de su conocimiento bíblico; en la mayor parte de los casos era
muy superficial. Muchos conocían algunas historias Bíblicas y la mayoría tenía algunos versículos favoritos de la Palabra, pero pocos
realmente poseían una comprensión real de la Palabra. Yo quiero que esto cambie.

El primer lugar al que voy para solucionar este problema es a los púlpitos de nuestras iglesias. Arguyo que si los pastores y maestros
están haciendo su trabajo, las personas que lideran crecerán en conocimiento de la Biblia y en sabiduría utilizable y práctica dada por el
Espíritu Santo. Desde luego, aun cuando ellos hagan adecuadamente sus trabajos en el púlpito, dependerá de los santos el comprender
y usar lo que se les enseña y así estudiar por si mismos correctamente dividiendo la Palabra de Fe. No obstante, es bueno para nosotros
enfocarnos en los Ancianos para no errar en este aspecto.

Mi esposa y yo tuvimos ocasión de visitar recientemente una iglesia en un Domingo por la mañana. Una de las cosas que me pareció rara
fue que durante nuestra caminata al santuario, desde el estacionamiento, vi muy pocas Biblias en las manos de los que entraban. Se
hacía referencia a las Escrituras en el Orden del Boletín de Servicio, y el pastor usó varias referencias Bíblicas durante su breve
sermón. El sermón tenía algunos puntos buenos y fue correctamente administrado. Sin embargo, me retiré del servicio sintiéndome un
poco seco, y quizá hasta hambriento. ¿Por qué? Yo estaba sediento y hambriento de la Palabra de Dios. Es mi opinión que el punto
central del servicio de adoración es la Palabra de Dios.

Interesante es que años atrás un visitante se acercó a mi después del servicio del Domingo por la mañana en nuestra iglesia y he aquí
su pregunta: ¿”Por qué lees tanto de la Biblia y citas tantos versículos Bíblicos durante tu sermón”? La pregunta me pareció rara. Le
contesté que nuestra iglesia estaba construida en la Palabra de Dios y que la Biblia era el enfoque central de nuestras vidas y de todo
servicio de adoración en nuestra iglesia. No conozco cual era su antecedente en las iglesias, pero quizás él creció acostumbrado a
sermones como el que escuché y le faltaba sustancia bíblica verdadera.

Así que, Pastor, ¿qué tanta Escritura debes usar en un sermón o enseñanza? Desde luego, la respuesta a esa pregunta descansa
exclusivamente con el Espíritu Santo el cual orquesta cada uno de tus servicios, y cada uno tendrá su diferencia. Podría decir que he
estado en algunos sermones en los cuales se usaron tantos pasajes bíblicos que nuestra preocupación era la de voltear páginas lo
suficiente rápido, y la efectividad de la enseñanza fue por tanto estorbada. De modo que, algún punto entre demasiado y muy poco es
probablemente la correcta cantidad de Verdad a liberar en cualquier sesión de púlpito. Si la enseñanza de un pasaje de texto es verso-
por-verso, algunos otros versos/pasajes de apoyo pueden ser necesarios para ilustrar o confirmar ciertos puntos y añadir validez a tu
declaración doctrinal. Si estás enseñando tópicos, sugiero un versículo/pasaje primario para cada uno de tus puntos primarios del
sermón. (no es aconsejable usar mas de tres o cuatro puntos primarios en el sermón.) También debes usar referencias de la Escritura
cada vez que estés exponiendo una doctrina; esto añade credibilidad a tus declaraciones y también ayuda a desarrollar a los santos en
dónde están localizados en la Biblia. Un sermón o enseñanza en la iglesia es un buen tiempo para que los santos practiquen encontrar
pasajes y versos; se acostumbran a usar sus Biblias y esto hace mucho más probable que comiencen a estudiar la Biblia en casa.

Pastor, permíteme enfatizar la necesidad de que confirmes cualquier declaración doctrinal que hagas durante una enseñanza o sermón,
directamente con una Escritura. El pueblo de Dios debe conocer la verdad, y debe aprender a discernir la verdad del error. La única
forma de desarrollar esta habilidad en ellos es casándolos a la Palabra de Dios. Tu opinión en el tema que sea realmente no importa
mucho. Sus opiniones personales tampoco importan mucho realmente. Lo que importa es lo que Dios piensa acerca de eso, y Él nos ha
dado gentilmente a todos nosotros Sus pensamientos en todo tema que realmente importa en la vida. En la medida que tú respaldes
repetidamente con Escritura tus declaraciones de doctrina, enseñarás con el ejemplo a tu congregación que la fuente de toda verdad es
la Biblia. Esto los beneficiará grandemente ya que ayudará a eliminar la posibilidad de que sean engañados en el futuro por un
predicador bien-intencionado pero ignorante, y por charlatanes torcidos en su destrucción. Recuerda: el conocimiento de la verdad es
lo que hace a tu gente libre y los mantiene en esa forma.

Por el bien de instrucción, demostraré cómo corroborar mis declaraciones doctrinales. Por ejemplo, si yo hago la declaración: “Dios está
aun hoy, en el negocio de la sanidad.” Inmediatamente invito a la congregación de creyentes a ir junto conmigo a Romanos 8:11. (Desde
luego hay muchos versos que podría usar con respecto a esto.) No es suficiente que yo (pastor) haya dicho esta declaración, lo que es
importante es que Dios lo dijo. O, si le digo a mi gente: “¡Dios ya hizo todo lo que necesitaba hacer para ustedes!” Inmediatamente
enfoco su atención a 2 Pedro 1:3. La clave aquí es que tienes que ser capaz de respaldar tus profundas declaraciones doctrinales
directamente con la Palabra de Dios.

Una amonestación que podría dar en este punto, es ser cautelosos en tratar de acercarnos al estudio de la Palabra de Dios muy
intelectualmente y con demasiado análisis. A menudo escucho a predicadores tratando de dar “el significado real” de cierta palabra o
pasaje en la Biblia. Audazmente intentan elevarse por encima de traductores eruditos para tratar de hacer que su punto en particular
refuerce la creencia favorita que tienen. Esto no es bueno. Tú eres probablemente como la mayoría de nosotros los predicadores en
que la suma total de nuestro entrenamiento en el seminario o Escuela Bíblica en Hebreo y Griego es muy limitado. Poseemos libros de
referencia que nos ayudan con los lenguajes originales, pero al final de todo análisis, palidecemos en comparación de la mayoría de los
traductores bíblicos. Por tanto, usa varias versiones y/o traducciones de la Biblia para ayudar a llegar al significado original (raíz) de
palabras y pensamientos, pero evita re-escribir la Biblia para tus propios propósitos. Uno de los peligros de “hiper-analizar la Biblia” es
que las gentes en tu congregación te verán hacer esto y comenzarán a perder confianza en la Biblia como está escrita. Después de no
mucho tiempo, ellos también leerán en la Santa Biblia cualquier cosa que le les acomode. Este es un problema real que ya a echado
semilla en la Iglesia, y es uno que nosotros los ministros debemos atender dentro de nuestros propios ámbitos de autoridad.

Pastor, un aspecto muy importante de tu trabajo pastoral es el de desarrollar en tu gente un amor y reverencia por la Biblia. Permíteme
compartir algo chistoso que me sucedió mientras ministraba en Guatemala años atrás en una iglesia no-denominacional. Di mi pasaje de
texto y antes de poder comenzar a leerlo, repentinamente toda la congregación saltando se puso de pie. Continué leyendo aún y cuando
no pude en forma alguna entender lo que había sido su disparador. Cortésmente se sentaron cuando terminé de leer. Poco tiempo
después durante el sermón hice referencia a otro verso y mientras daba vuelta a las páginas de mi Biblia para encontrar el pasaje, me di
cuenta que los santos se habían puesto de pié una vez más. Fue allí que conecté los puntos y entendí que habían sido enseñados en la
reverencia ha la Biblia, y la forma que ellos demostraban reverencia era poniéndose de pie cada vez que la Palabra se leía. ¡Durante ese
sermón tuvieron que pararse y sentarse bastantes veces! Yo simplemente seguía predicando. Felicité al pastor después del servicio
por su entrenamiento en este aspecto. No es necesario que hagas que tu congregación se ponga de pie cuando la Biblia se lee, pero es
bueno construir en ellos un respeto por la Palabra de Dios – el conocimiento de la verdad y la completa obediencia en fe es la mejor
demostración de reverencia por la Biblia.

Comparto contigo otra cosa pequeña que aprendí y que puede ayudarte en la Iglesia. Seleccioné a alguien con una voz ungida para leer
nuestro pasaje de texto; usé uno de mis “Levitas.” (una mujer de nuestro equipo de adoración) Introducir otra voz en el sermón fue algo
bueno. Una cosa que sucede es que tu congregación no caerá en el error de solo asociar la Santa Escritura con tu voz, sino encontrará
que cualquiera que lea la Palabra puede liberar Su asombroso poder y puede sondear sus profundidades en todas las riquezas de Dios.
Supongo que sin tener que decirlo sabes que es muy importante a quien selecciones. Debe ser alguien que sea un lector muy
competente y cuya dicción sea buena. Esta voz adicional añadirá sabor a tu sermón.

Me preguntan de cuando en cuando qué versión o traducción de la Biblia personalmente uso. Uso la Nueva versión King James para
predicar y enseñar. Realmente mi razón es muy simple: No quiero tener que interpretar del Inglés “Elizabeteano” del siglo 17 al Inglés
Americano Moderno. Ya estoy ensillado con la tarea de traducir palabras y pensamientos de culturas ancestrales a un mundo de
distancia, y esa es suficiente tarea para mí. Desde luego esa es solo mi preferencia. Sugiero que tú uses cualquiera versión de la Biblia
que sea más fácil para ti. Un pensamiento adicional es que muchas de las personas que te escuchan predicar pueden ser pecadores o
creyentes bebitos que no pueden entender el Inglés antiguo del King James; pueden encontrar que los “thee´s” y “thous” suenen
demasiado viciados y demasiado religioso. Una de las cosas que siempre he intentado hacer es remover todo obstáculo posible que
pueda estorbar la receptividad de la gente a la Verdad.

Lee el pasaje bíblico a la derecha. ¿Ves cómo Pablo enfatiza la importancia del conocimiento tres veces en este corto pasaje? El
conocimiento de la palabra de Dios debe ser muy importante para todos nosotros. Es por eso que necesitas guiar a tu gente hacia ello.
Para algunas personas tú serás el conducto primario del mismo Trono de Dios. Ellos no estudiarán la Biblia por sí solos, de modo que lo
que tú les enseñas será todo lo que reciben. Mas vale que lo hagas bien. Mas vale que lo hagas correcto. Ciertamente lo harás porque
el Espíritu de Verdad está allí contigo para asegurar que lo hagas. ¡Alabado el Nombre del Señor!


                                                                                             Efesios 1:15-19
15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,
16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de
la gloria de su herencia en los santos,
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza.
PARA QUE CONOZCAN